El ajedrez tiene una larga y fructífera historia en la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, ya que se practicó casi desde su fundación en el año 1902.
El Club de ajedrez de la YMCA, se constituyó formalmente en el año 1938, en coincidencia con la inauguración del edificio de la sede central en Reconquista 439, Buenos Aires y a partir de ese momento, gozó de un merecido prestigio en el ámbito metropolitano, gracias a la presencia de grandes maestros y jugadores que dieron brillo al salón Capablanca, lugar de encuentro de los ajedrecistas de la institución.
Está comprobado que la práctica del ajedrez aporta beneficios en todas las edades, en especial en los niños, ya que favorece, entre otras cosas, el desarrollo de la memoria, la concentración, la abstracción y la coordinación.
El ajedrez promueve valores, en especial el respeto por las reglas y por el rival, la honestidad, ya que no hay espacio para las trampas, la responsabilidad ya que en una partida no interviene el azar y debemos asumir el éxito o el fracaso como algo propio y merecido, fruto de nuestro esfuerzo, y finalmente la perseverancia, considerando que en ocasiones no somos capaces de hallar una buena jugada y debemos continuar buscando opciones, trabajando con creatividad y optimismo.